Celebración del 40 aniversario del Camino Neocatecumenal

Con gozo os anunciamos la celebración del 40 aniversario del Camino Neocatecumenal en nuestra Parroquia de la Sagrada Familia.
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Han sido unos años en los que hemos podido experimentar la fidelidad, el amor y la misericordia de Dios. El Camino enriquece junto con las demás realidades pastorales de la Parroquia el crecimiento en la fe , de modo que cada una aporta su singularidad con la misión de que el encuentro con Cristo Resucitado responda a las necesidades y expectativas de cada persona.
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Os invito encarecidamente a que participéis en los actos que hemos preparado. Además de los anunciados también habrá una exposición fotográfica y un ágape a la finalización de la Eucaristía del día 16,  al que estáis todos invitados.
  
 Daniel (responsable de la 1ª Comunidad)
 
 
Celebración del 40 aniversario del Camino Neocatecumenal en la parroquia de la Sagrada Familia de Torrent

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40 ANIVERSARIO DEL CAMINO NEOCATECUMENAL EN LA PARROQUIA

40 AÑOS  de vida del camino Neocatecumenal  en nuestra Parroquia de la Sagrada Familia de Torrent,  por pura Misericordia de nuestro Padre Dios y por la eficacia del ANUNCIO DE LA BUENA NOTICIA. Esto es lo que celebramos  en este año 2017.

Cuando la Parroquia  tan sólo llevaba unos 10 años de andadura,  Don Juan  Navarro, primer párroco, animado y apoyado por el Padre Gerardo  a lo largo de muchos  años, pidió las catequesis de adultos para la parroquia; era el año 1977. De esta primera catequización salió una pequeña comunidad, a la que  cada año se iban uniendo nuevos hermanos,   después de escuchar en las catequesis iniciales que Dios les amaba y decidir libremente iniciar, en comunidad  el  Itinerario de Renovación del Bautismo, Camino Neocatecumenal.

Hoy en la Primera Comunidad  somos 45 hermanos, que cada día experimentamos la fidelidad de  Dios y  nuestra pobreza y pequeñez ante esta llamada del  Señor:   “ser comunidad como la Sagrada Familia de Nazaret,  que viva en Humildad, Sencillez y Alabanza donde el otro es Cristo” . Fiados de su promesa y sostenidos por la Palabra de Dios, la Eucaristía y la Convivencia con los hermanos confiamos que el Señor terminará en nosotros  la obra que comenzó.

Este modo de vida es el que la Virgen María inspiró a Kiko el 8 de diciembre de 1959.

Damos gracias a Dios por estos años de fidelidad, por su amor misericordioso que hace posible esta historia de salvación en cada uno nosotros y en nuestras familias.

Damos gracias a María que inspiró este Camino y nos muestra como  dice el Evangelio de san Juan 2, 5: “Haced lo que Él os diga”.

Damos gracias a Dios por los iniciadores del Camino, por nuestros catequistas , por los párrocos.

Gracias Señor  porque sigues llamando a muchos hermanos sedientos de amor, de Ti  y el Camino sigue creciendo en esta Comunidad  Parroquial, hasta ser hoy cinco comunidades.

Y como no darte gracias porque suscitas en nuestra Parroquia, a  través de este Camino, por la acción del Espíritu  Santo:

  • Vocaciones al matrimonio vivido en la voluntad de Dios, abiertos a la vida, acogiendo a los hijos como un don de Dios.
  • Vocaciones al sacerdocio, como presbíteros misioneros.
  • Vocaciones a la vida consagrada.
  • Suscitas carismas para participar en la misión de la Iglesia, en el servicio a los hermanos y como familias misioneras.
  • Por todo ello Gracias.

“PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR

Y MI ESPÍRITU SE ALEGRA

                                    EN DIOS MI SALVADOR”.          

Nuestro deseo y nuestra oración es que el Señor haga de nuestra vida un canto de alabanza a Dios Padre, como María porque “El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres” Salmo 125,3

Jueves, Viernes Santo 2012

Llegó el día de los Ázimos en que se había de sacrificar el cordero de Pascua; y envió a Pedro y a Juan diciendo: “Id y preparadnos la Pascua para que la comamos”     (Lucas 22, 7-8).

Entre  la actitud  con que iban a celebrar la Pascua  los apóstoles y los sentimientos  de cada uno de ellos en este día tan señalado  y la intención  y  la  perspectiva de Jesús,  hay un abismo.

Para unos, los apóstoles,  era la pascua de aquel año, según la tradición judía  iban a conmemorar   la liberación de Israel del poder de Egipto. Responsablemente  se ocuparían  de tener todo preparado;  seguramente, todos o bastantes se sentirían orgullosos por estar a solas con Jesús, otros expectantes, ya que corrían tiempos difíciles,  y en algunos  sectores no estaba bien visto  se r del círculo de los amigos de Jesús. Su amistad empezaba a resultar incómoda; sin embargo,  Jesús los eligió como sus íntimos  para  participar en la primera liturgia  eucarística de Jesús que anticipaba sacramentalmente su entrega en esta cena con la acción simbólica del pan y del vino.

Les sorprende con el discurso de despedida  en que les revela todo el misterio, les revela los planes que su Padre, Dios, ha diseñado para ellos y para quienes crean en Jesús a lo largo de todos los tiempos y en todos los lugares dela Tierra.

A mi también me ha sorprendido Jesús y me sigue sorprendiendo año tras año.

Desde hace ya algunos años, cuando nos iniciamos como Equipo de Liturgia, cada año he  tenido la oportunidad    de ser una de las personas que participan en esta preparación: la Preparaciónde la Última Cena, Eucaristía de Jueves Santo y lo que al principio  parecía un hecho sin mayor trascendencia,  según pasan los años  descubro  que  el  mandato del Señor del evangelio de Lucas,  se cumple hoy en la Iglesia, en cada comunidad parroquial, y por supuesto también en la nuestra.  Descubro  que no es una actividad que realizo por mis aptitudes o por disponer de tiempo; sino que el Señor me concede ponerme al servicio y  tener celo por llevarlo a cabo  junto  con  un reducido grupo de hermanos,  esta realidad,  de ser pocos,  no nos  lleva  a considerarnos  importantes  e imprescindibles  ni tampoco a  desanimarnos .  En medio del trabajo, de la dedicación a mi familia,  el Señor se las compone para distribuirme el tiempo y entregarlo con alegría. Cada vez deseo con más fuerza que mi labor sea callada,   cada vez crece en mí el deseo de que participen más hermanos en la fe en la preparación de celebraciones tan trascendentales para nuestra vida parroquial, para nuestro crecimiento en la fe personal y comunitario;  es por lo que  creo que esta fuerza me viene de Dios. Os he de ser sincera  sólo por los  bienes  espirituales  que esto me reporta  a nivel personal y familiar vale la pena llevar a término este encargo, este servicio : “ … preparadnos la Pascuapara que la comamos ”.La Pascua, el paso del Señor, el paso de la muerte a la vida.

Jesús compartió  esta última etapa de su vida, “LA PASIÓN”, con los más íntimos, los apóstoles; a quiénes les dijo: “Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer”Lc22, 15;  y ¿para qué?   ¿ Por qué?

 Jesús tiene otros planes,  quiere darme a conocer los planes de Dios y no se ha cansado todavía de llamarme, de invitarme a su banquete.  ¿Cuántas veces he estado en “El Cenáculo” como espectadora, sin entender a penas nada, sin saber la trascendencia, sin sentir nada especial, pero he estado en el “Cenáculo” era la  única forma  que en ese momento tenía de responder a la fidelidad de Dios. Poco a poco la escucha dela Palabra, la participación en los sacramentos, el alimento dela Eucaristíame han llevado a experimentar el amor de Dios, y a servir  por amor (muy limitado); deseo crecer en la intimidad con Jesús  y de ser una con Cristo  por la comunión de su Cuerpo y de su Sangre.

Soy testigo de que Jesús está haciendo un camino  conmigo, camino de comunión con Él  y  haciendo nacer en mí deseos de comunión con todos los hermanos, conocidos o no que celebramos la Cenadel Señor el Jueves Santo.

En esta eucaristía, como  todas,  es Pascua, Jesús celebra con toda la asamblea, Pascua, el paso de la muerte a la vida y no sólo nos invita a solidarizarnos con él  sino que lo hace accesible,  que me pasa de la muerte a la vida, que pasamos de la muerte a la vida, nos anticipa la resurrección, la victoria sobre cada una de nuestras muertes,  principalmente,  sobre todo lo que nos divide como miembros de una misma comunidad parroquial,  hermanos en la fe.

Esta Eucaristía es anuncio de resurrección, y al mismo tiempo de invitación al servicio. Vivirla Eucaristíadela Cena del Señor es comenzar a sintonizar conla Pascuade Cristo.

Jesús,  cada Jueves Santo  nos  cita en nuestra Parroquia y nos muestra  su amor hasta el extremo de tres maneras:

  • Lavó los pies a sus discípulos y mostró que está entre nosotros como el que sirve ( Lc 22, 27).
  • Anticipó simbólicamente su muerte redentora, pronunciando sobre los dones del pan y del vino estas palabras: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros” Lc 22,19s. De este modo instituyóla Sagrada Eucaristía.
  • Y al mandar a sus Apóstoles: “Haced esto en memoria mía” ( 1ª Cor 11, 24b) los convirtió en sacerdotes dela Nueva Alianza, son un don que Dios hace a su Iglesia, entre nosotros representan al mismo Señor (Del comentario del Youcat número 259).

Y  todas estas muestras de su amor las realiza. ¿Qué  se dará en nosotros por la participación en el Misterio Pascual?  Se darán los signos del AMOR y la UNIDAD.

Y  cuando sea oportuno  podremos ver su obra. Yo creo en esta acción de Dios, creo en su Palabra; “Para que sean uno como tu Padre en mí y yo en ti”

 

La participación en el Triduo Pascual  inaugurado en la eucaristía de Jueves Santo  hará posible en  nosotros  una  comunidad parroquial  renovada,  por la potencia dela RESURRECCIÓN  de Cristo; una comunidad parroquial  que celebra y anuncia el amor  de Dios , que proclamala Buena Noticia: DIOS TE AMA , Cristo ha muerto por tus pecados  y ha resucitado  para que tu y  yo tengamos en Él Vida Eterna.

Fina

 

FUENTES:

  • Youcat, Catecismo Joven de la Iglesia Católica
  • Misa Dominical ( Folletos formativos)

 

Fallece D. Agustín García-Gasco

Con la celebración de la beatificación de Juan Pablo II, recibimos también la noticia de la muerte ‘repentina’ de D. Agustín García-Gasco, Cardenal y Obispo emérito de nuestra Diócesis de Valencia, a los 80 años.

Al parecer, D. Agustín fue a Roma a participar de la beatificación de Juan Pablo II, y fue estando allí, poco antes de que comenzara el acto, que sufrió un fallo cardíaco, segun informan desde AVAN.

Estaba alojado en la Residencia de la Casa de Acogida de Peregrinos de S. Juan de Ribera, atendida por Obreras de la Cruz, en Roma. Después de participar en la Vigilia del sábado por la noche, se fue a su habitación. Se le esperaba en el desayuno y, al no presentarse, fueron a buscarlo y no tuvieron respuesta. Al entrar, lo encontraron inconsciente y llamaron una ambulancia que lo trasladó al hospital, donde se certificó que había fallecido.

Han sido muchas las muestras de afecto de autoridades y personalidades hacia D. Agustín, y desde la Casa Real y la Casa de los Príncipes han remitido su pésame al arzobispado. Varios cardenales y obispos han confirmado su asistencia y participación en el funeral que se celebrará en la Catedral de Valencia este miércoles 4 de mayo a las 17’00h, presidido por D. Carlos Osoro, donde concelebrarán más de 300 sacerdotes.

Durante los 2 días que ha estado la capilla ardiente en el Palacio Arzobispal, cientos de fieles valencianos han pasado a despedirse del obispo que durante 17 años estuvo sirviendo en nuestra diócesis.

(información extraída de AVAN – www.archivalencia.org)

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